sábado, 26 de septiembre de 2015

Discurso de Raúl en la ONU

Estimados jefes y jefas de Estado y de Gobierno:
Distinguidos jefes y jefas de delegaciones:
Señor Secretario General de las Naciones Unidas:
Señor Presidente:
La inestabilidad en numerosas regiones tiene sus raíces en la situación de subdesarrollo en que viven dos tercios de la población mundial.
Los avances, quince años después de adoptados los Objetivos de Desarrollo del Milenio, son insuficientes y desigualmente distribuidos. Persisten, e incluso se agravan en muchos casos, niveles inaceptables de pobreza y desigualdad social, incluso en las propias naciones industrializadas. La brecha entre el Norte y el Sur y la polarización de la riqueza se incrementan.
Constatamos que estamos aún muy lejos de contar con una verdadera asociación mundial para el desarrollo.
No menos de 2 mil 700 millones de personas en el mundo viven en la pobreza. La tasa global de mortalidad infantil en menores de cinco años, sigue siendo varias veces la de los países desarrollados. La mortalidad materna en las regiones en desarrollo es 14 veces más alta que en aquellos.
En medio de la actual crisis económica y financiera, los acaudalados y las compañías transnacionales se hacen cada vez más ricos, y aumentan dramáticamente los pobres, los desempleados y las personas sin casa debido a crueles políticas llamadas “de austeridad”. Oleadas de inmigrantes desesperados arriban a Europa huyendo de la miseria y de los conflictos que otros desataron.
Los medios para implementar la Agenda, sin compromisos medibles ni calendarios, no son proporcionales al alcance de sus 17 objetivos de desarrollo sostenible.
Si queremos un mundo habitable, de paz y concordia entre las naciones, de democracia, justicia social, dignidad y respeto a los derechos humanos de todos, tendríamos que adoptar cuanto antes compromisos tangibles en materia de ayuda al desarrollo y solucionar el problema de la deuda ya pagada varias veces. Habría que construir otra arquitectura financiera internacional, eliminar el monopolio tecnológico y del conocimiento, y cambiar el orden económico internacional vigente.
Los países industrializados debieran aceptar su deuda histórica y ejercer el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas”. No puede esgrimirse como pretexto la falta de recursos cuando se invierten 1,7 millones de millones de dólares anuales en gastos militares, sin cuya reducción no serán posibles el desarrollo ni una paz estable y duradera.
Sr. Presidente:
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, la apertura de embajadas y los cambios que el presidente Barack Obama ha declarado en la política hacia nuestro país constituyen un importante avance, que ha concitado el más amplio apoyo de la comunidad internacional.
Sin embargo, persiste el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, por más de medio siglo, el cual causa daños y privaciones al pueblo cubano, es el principal obstáculo para el desarrollo económico de nuestro país, afecta a otras naciones por su alcance extraterritorial y continúa perjudicando los intereses de los ciudadanos y las compañías estadounidenses. Esta política es rechazada por 188 Estados miembros de las Naciones Unidas que demandan ponerle fin.
Pese a todo, Cuba cumplió los Objetivos de Desarrollo del Milenio y brindó su cooperación a otros países en desarrollo en varios sectores, lo que continuaremos haciendo en la medida de nuestras modestas posibilidades.
No renunciaremos jamás a la dignidad, la solidaridad humana y a la justicia social, que son convicciones profundas de nuestra sociedad socialista.
Muchas gracias.
Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2015/09/26/raul-castro-persisten-niveles-inaceptables-de-pobreza-y-desigualdad-en-el-mundo/#.VgbI-rRLdZI

lunes, 21 de septiembre de 2015

Lecciones de un domingo

Rolando López del Amo

El Papa Francisco nos proporcionó este domingo, 20 de septiembre del año 2015, las bendiciones de la sabiduría, que llegaron hasta nuestros hogares gracias a los esfuerzos de la televisión cubana. La esencia de lo enseñado consiste en el papel del diálogo y la solidaridad para construir la amistad social. El proverbio africano que el Papa citó es muy esclarecedor: Si tienes prisa, anda solo. Pero si quieres llegar lejos, anda acompañado. Como dice otro proverbio africano, cada anciano es una biblioteca. La otra gran enseñanza, esta vez cristiana: el servicio al prójimo, especialmente al más necesitado.

José Martí decía que la vida está en la compañía y en el sacrificio. El sabio chino antiguo, Laozi, creía que vivir es estar en relación, porque el ser humano, como descubrió el griego Aristóteles, es un ser social.

Escuchando al Papa Francisco pensé en mi propia vida. Al año de nacido fui bautizado y a los ocho de edad hice, por voluntad propia, la primera comunión, que también fue la última, porque no me aportó lo que había imaginado. Para decepción de mis tías paternas no me incliné a la carrera sacerdotal. Tampoco abracé la fe de mi abuelo materno, quien fuera  presidente de la Sociedad Espírita de Cuba y ganador de un premio literario en una feria iberoamericana de Sevilla con su libro Nuevos Derroteros, en el que explicaba los fundamentos de la doctrina espiritista de Allan Kardec e incluía algunos testimonios cubanos.

Sí ingresé, en mi adolescencia, en la Asociación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad , la organización juvenil de la masonería cubana, conocida por sus siglas: AJEF. En 1958 fui electo para presidir la organización, propuesto por mi logia, Baraguá, que habíamos fundado, por iniciativa del combatiente del Movimiento 26 de Julio, Arnold Arafet, como homenaje al 26 de Julio en 1957.

En mi condición de Presidente de los AJEF, me correspondió ser Vicepresidente de la Agrupación Nacional de Organizaciones Juveniles de Cuba, que ese año presidía el representante de la juventud bautista. También formaban parte de la Asociación las organizaciones juveniles católicas y la organización de los niños exploradores.  Cuba  sufría entonces la sangrienta tiranía de Batista y los jóvenes y los mayores, aprendimos la importancia de la unidad, a pesar de algunas diferencias, en el esfuerzo para poner fin a la dolorosa situación que vivía el país.

En mi centro de trabajo, la Estación Terminal de Ferrocarriles, a la actividad  clandestina de la Sección Obrera del Movimiento 26 de Julio, se le unió el aporte del Partido Socialista Popular y surgió un Frente Obrero Nacional. En mi oficina de la Gran Logia de Cuba, me reunía periódicamente, a la vez,  con los representantes de la Sección Estudiantil del Movimiento 26 de Julio y de la Juventud  Socialista para coordinar posiciones y posibles acciones. Ese era trabajo clandestino, pero el trabajo abierto con la Agrupación Nacional de Organizaciones Juveniles nos permitió, por ejemplo, en los momentos en que se levantaba la censura de prensa, hacer declaraciones y denuncias públicas exigiendo la presentación  y garantías de vida de un joven católico y uno ajefista, detenidos ambos por las fuerzas represivas y sin saber su paradero. Y esta unidad contribuyó a salvar sus vidas.

Todo esto recordaba cuando escuché en la tarde de ayer al Papa Francisco hablarle  a una concentración de jóvenes en las afueras del centro Félix Varela. Comentando unas, para mí ambiguas, palabras de  un joven que hablaba a nombre de los presentes, el Papa Francisco  recordó que hoy en Europa hay países en los que casi la mitad de los jóvenes menores de 25 años están desempleados e hizo una anécdota de su vida para ilustrar la importancia de la unidad de lo diverso para trabajar por el bien común. En su Argentina natal, se reunían a trabajar voluntariamente los fines de semana, en una construcción universitaria, jóvenes judíos, comunistas y católicos. Y ahí el Papa lanzó su llamado a los jóvenes: trabajar por la amistad social para construir, entre todos, la patria soñada. Fomentar la enemistad social es fomentar la división, que tiene su peor expresión en la guerra.

Un joven que no sueña está mutilado. Martí decía que el soñador era el único hombre práctico, porque sus sueños de hoy serán las realidades del mañana.

Ya antes, en la misa, el Papa habló del servicio al prójimo en lugar de servirse del prójimo. Y cerró con una frase inolvidable: el que no vive para servir, no sirve para vivir.

Gracias a haber creado la amistad social, la unidad de lo diverso y nuestra vocación de servicio solidaria, hemos resistido durante más de 50 años un cruel bloqueo económico, financiero y comercial y hemos dado a las causas más nobles de otros pueblos necesitados nuestra sangre y nuestro sudor, nuestro acompañamiento fraternal.  El largo camino iniciado en nuestro continente fue creciendo en número de participantes, primro el ALBA, después la CELAC. Construimos la amistad social continental con educación, salud pública, cooperación solidaria en todo lo que estaba a nuestro alcance y no sólo en el entorno más cercano, sino en otros continentes tan urgidos como lejanos.

El Papa Francisco rechazó el culto al dios dinero y exaltó la solidaridad y la misericordia, el gozo en ayudar al desvalido, en la virtud de la pobreza digna del que ama a su prójimo como a sí mismo y, como sello de perfección, al que reparte su riqueza entre los pobres para aumentar el tesoro mayor que un ser humano puede alcanzar: el crecimiento de su espiritualidad.

No soy católico, pero comparto los valores humanistas que el Papa Francisco enarboló ayer. Es un hombre de bien que merece respeto y honor. Su palabra de paz y fraternidad y su ejemplo de modestia y austeridad  son pan que alimenta la esperanza y vino que alegra el corazón de los que buscan la justicia aliada a la misericordia y al amor  agradecido al don de ser y estar.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Leo Brouwer: “Nuestro entorno sonoro es una repetición exhaustiva de la banalidad”

                                                                                           Por Katheryn Felipe

foto: srd
No imaginé que el Leo que todos llamaban “maestro” llevara, con tan calmada sencillez, el traje del virtuosismo. La mañana antes de conocerlo supe que el Festival Les Voix Humaines (que ya no se llama como el maestro) traerá, en edición única que durará casi un mes, más de 30 conciertos, 350 músicos y artistas de 16 países, y 25 estrenos nacionales e internacionales, que abarcarán variadas tendencias, estéticas y géneros musicales.

Pero no pedí insistentemente para hacer unas cuantas preguntas sobre las voces humanas, sino para escuchar a Juan Leovigildo Brouwer Mesquida. Después de entrevistarlo sabré que lo mejor de la música universal no quedó en Mozart, Beethoven o Stravinsky. Habré visto ya que sus manos acomodan los espejuelos, cada vez que reitera que la desinformación pone en peligro la cultura.

Aunque ha sido más aplaudido fuera que dentro de Cuba, tras 50 minutos conversando con este genial guitarrista tendré claro que no le importa la fama y que desconfía de las cosas bonitas. Entonces, ya estaré enterada de que cuenta demasiados (inacabables) amigos repartidos por todo el mundo y que no pocos de ellos viajan a La Habana desde 2009 para los espectáculos culturales que organiza. En una, dos, tres ocasiones… habré escuchado que tan bueno es programando como dirigiendo y componiendo.

La cita (o mejor, la clase) será al día siguiente. De su apretada agenda aprovecharé un ratico. Me sentaré frente a Leo Brouwer en una oficina y acabaré por aprender al pie de la letra qué hay de deslumbrante en lo peculiar.

Durante seis ediciones del Festival Leo Brouwer de Música de Cámara y, por única vez, con Les Voix Humaines, defiende como premisa un maridaje de músicas inteligentes. ¿Por qué?
-Siempre he estado reflexionando sobre el entorno, basado en un principio inolvidable del filósofo español Ortega y Gasset, que dijo: “Yo soy yo y mi circunstancia”. Es algo apoteósico que leí de niño y nunca olvidé. El entorno nuestro se ha ido deteriorando sonoramente y, manipulado por los medios, ha llegado a ser un (en criollo) batiburrillo, es decir, una repetición exhaustiva de lugares comunes y, en un gran porcentaje, de lo que llamo banalidad. La banalidad existe pero, como dolorosamente la mente del hombre es manejada por la información, se puede convertir una cosa barata, pueril o kitsch (que es casi el 90 por ciento de lo que estamos oyendo), en algo rutinario y agradable. Yo prefiero la hermosura a lo que denominamos “bonito”. Un hipopótamo es hermoso, como puede serlo también una gacela. En mi opinión, programar es un arte, no solo componer, no solo realizar o interpretar. En mis programaciones como músico siempre he tratado de dar todo tipo de información, empezando por la tarjeta de presentación (que puede ser de una de las grandes obras o de las más comunes, con óptima calidad, hasta pasar a cosas que nunca se han oído jamás). Una vez que uno gana la confianza del público, puede darle toda la información del mundo. Así hacemos un festival de músicas que no se conocen, que no se tocan o que no se divulgan suficientemente, porque son difíciles y exigen una cultura de información a nivel mundial.

¿Sigue siendo imitativa la música cubana? ¿Por qué?
-Sí lo es. Las formas de la cultura popular en nuestros países, por falta de formación técnica, se han convertido en reiteraciones o repeticiones de fórmulas. Es cierto que esas formas han adquirido a través del tiempo un folklore renovado y actualizado, convertido en música popular y reconvertido en clichés comerciales por los medios y por los transgresores (en el peor sentido de la palabra), que son managers, disqueras, medios de divulgación programadores de teatros y de televisión. Todos son mediadores que manipulan al público con un material llamado “comercial”.

Dentro de lo comercial hay gentes muy buenas y que incluso tienen apetencias por hacer cosas “inteligentes”. Pero el programador decide, porque es quien paga y quien tiene acceso a la divulgación, que es tan necesaria para el arte, específicamente sonoro. Por eso las músicas populares, que siempre han sido corteses con la historia (en no transgredirla, pero tampoco en desarrollarla), se quedan lamentablemente en lo repetitivo. Siempre hay algunos talentos; por ejemplo, fue el caso de Formell, que aparte de su gracia para unos montunos o estribillos de músicas populares absolutamente geniales, tenía un oficio profesional altísimo. Eso no es común hoy en el siglo XXI, donde te formo un piquete de reguetón en el cual nadie sabe de música, “pero no importa, no hace falta”. Lo que hace falta es el tipo que divulgue la tontería que yo estoy haciendo y eso me va a forrar los bolsillos, a mí y al que me programa, porque para que ese me programe yo le suelto un dinerito. Eso en otros términos sería corrupción, pero aquí no se le llama así, aquí es normal. Entonces, con todos estos mundos siniestros, no hay posibilidad de desarrollo de unas formas populares que se enquistan en comerciales. Por eso se es imitativo en el peor sentido, no solo como debía ser en el respeto a la forma histórica heredada.

¿La música es solo un vehículo económico en Cuba?
-El vehículo económico, en los distintos niveles en que se mueve, es plausible y es parte de todo quehacer, eso no es un pecado, al contrario, esta es una profesión ardua que hay que ganarse. No hablo de las fórmulas simples, sino de esas músicas que progresan en sí, que se desarrollan, que se convierten en una pasión más que en un negocio. Lo triste es cuando el ser humano creador tiene éxito, economía floreciente (cosa mucho más común en la música popular), y empieza a vivir de su gran momento. Pasa, por ejemplo, con quienes con 50 años se visten o se peinan para salir en televisión, de la misma forma que cuando tenían 20. Ahí hay un desenchufe garrafal. Eso actúa en detrimento de ese papel mágico que debe tener el artista.

¿Se ha perdido entonces ese espíritu renacentista que usted defendió?
-Puede perderse porque no hay ganas de renovar. Primero, porque la gente triunfa y espera continuar en ese, llamémosle, status de privilegio. Recordemos un diálogo entre la moda y la muerte de uno de los grandes poetas italianos, Leopardi. La moda es muy peligrosa porque determina muchas veces el desvío estético de cosas interesantes de la cultura popular y de la clásica o erudita. No hay clasificación para la música pensante o inteligente. Ese renacimiento, traducido popularmente como renovación o refresco, evita precisamente esa especie de sudor del verano. No creo en la experimentación, a pesar de que dirigí un grupo bajo ese nombre. La experimentación no es más que la confirmación de ideas que son. Toda obra terminada no acepta experimento. Se experimenta con lo que está en proceso. Me parece ridícula esa frase de “estoy experimentando con tal cosa”.

¿Cómo incentivar la inventiva para mejorar la mano de obra?
-Incentivar la inventiva es librar al hombre de preocupaciones innecesarias. Entonces, la mente vuela. Las preocupaciones cotidianas no te dejan volar, porque tienes que buscar el pan que llegó, no hay transporte, o vas a llegar tarde y te van a descontar, o tus hijos o nietos van a parir y en vez de ser cinco en una casa seremos siete y no cabemos, etc. Ese largo etcétera de la cotidianidad atenta contra la creatividad del hombre, evita que crezca, se expanda. El artista no es artista porque fue a una universidad de artes. Sí, se graduó y luego qué hizo. Yo he dado clases en todo el mundo y he tenido alumnos, por todas partes. Si encuentro a un compositor, voy y le pregunto: “¿Cuáles músicas conoces?”, y me responde: “Conozco de todo y me gusta la música más moderna”. Luego sigo yo: “¿Has oído a McMillan, Takemitsu, Elliott Carter, Andriessen?”, y lo único que responde es “no, no, no”. Entonces, tú no eres un contemporáneo. “¿Qué pintas? (sigo preguntando yo)”, y me dicen: “Abstracto”. Bueno, “¿conoces el expresionismo abstracto?, ¿has visto a Raúl Martínez, de la época pop de los años 60?, ¿conoces a los 11 abstractos?, ¿has visto el neoabstraccionismo, en Europa y Estados Unidos?, ¿sabes quiénes son Francis Bacon, Franz Kline o Jackson Pollock?”. Si eres escritor, “¿cuáles son tus favoritos?, ¿García Márquez? (me alegro muchísimo porque fue mi amigo)”, pero hay que leer más. Esa es una de las partes, la falta de información, de medios que uno mismo se puede proporcionar. No estoy hablando de tener una Internet a tope, porque en mi oficina tengo la velocidad más lenta del mundo. Cuando no había Internet, yo me estudié mil obras y no había dinero para comprarlas, entonces me fui a la casa de música, me hice amigo del dueño y leí allí las partituras. Para eso me pasaba cinco horas de pie, sin comer. Entonces, si no tengo óleos, linazas, aceites, acrílicos, cojo un lápiz y un carbón y pinto. A los 12 años, Picasso había hecho tres mil dibujos que están en el Museo de Barcelona. Y si no puedes visitar esos lugares para aprender, investigas en Internet y si no tienes conexión usa la de tu amigo que tiene más dinero o vete a un hotel. La mejor mano de obra es la mayor cantidad de conocimiento inmediato, simultáneo, de lo tuyo.

¿Cómo se puede mejorar la música en Cuba?
-Hay cosas muy simples y difíciles de explicar. Lo único que falta es cultura. ¿Qué significa la cultura? Primero, cultura no es erudición, es conocimiento, es integrar en tu cerebro pensante (todos son importantes: hay uno lúdico, uno que se divierte, uno que aprende y uno que destila o saca ideas) todas esas vivencias, informaciones, magias apresadas por los sentidos. Y va, como dije una vez, desde la manera en que tomamos un café o hacemos un piropo para un animalito hermoso o para una mujer bella, hasta la forma en que reflexionamos qué se rechaza (lamentablemente hay que rechazar cosas porque el cúmulo de información sería demencial). No hay información en Cuba. En mi barrio (que es un barrio duro) yo hice una encuesta cuando iba a venir un amigo que se llama Bobby McFerrin (que finalmente no pudo hacerlo). De 25 personas a las que pregunté, 23 no sabían quién era Bobby McFerrin. De los otros dos, uno dijo: “Creo que he oído de él, ese es uno que canta raro, de varias maneras”, y el otro solo había escuchado alguna vez que el tipo era “un bárbaro”. Con esos niveles de información cero, no puedes hacer cultura alta, ya sea cultura erudita, popular, culta, filosófica o ideológica. Cuando nuestros músicos tengan una mejor cultura, de todo, toda nuestra música va a ser mejor. No es aprenderse mil o mil 500 partituras como hice yo, no hace falta. Falta tener un oído atento y un sentido de la discriminación estética después de la información. Si en un barrio no se sabe quién es Bobby McFerrin, entonces estamos muy mal en música popular. Ahora al Festival viene Andreas Scholl, el más grande contratenor que tiene Europa, y pocos saben quién es. Y llega con Karamazov, un excelente laudista, no solo uno de los mejores realizadores de la música preclásica del renacimiento y el barroco, sino que ha acompañado al roquero Sting, que también es un musicazo, como lo son Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. La cultura no está vedada para los hombres de lo popular. Tú te puedes meter tres palos de ron en la esquina y decir cuatro palabras jugando dominó, y sigues siendo un hombre culto e inteligente, y eso se debe a que eres alguien informado. Esas cosas se ignoran porque exigen que se engloben las circunstancias que hay dentro de uno mismo.

¿Qué responsabilidad tiene la música con la época que vive?
-Hubo un momento en que yo pensé que la música debía tener cierta militancia política y aprendí que si el mensaje político se hace de una forma redundante es de mal gusto y estéril. El mensaje político, si es que lo va a haber en una música, tiene que estar envuelto en papel de seda, como hacían Brecht, Hanns Eisler, Paul Dessau y Kurt Weill, que te hacían una canción al comunismo, pero en tiempo de blues. Así te están dando el mensaje con una calidad excepcional. Sin embargo, eso es innecesario en el siglo XXI, porque ya el arte no está al servicio, por ejemplo, de la Iglesia, del poder político. El papel de la cultura en cuanto a la militancia política se centra en saber que, mientras más abstracto es el producto, más lejano está de encasillarse como producto mediático. Porque estamos hablando de productos, no de obras. Cuando usted violenta una obra para otra función que no sea la inteligente y lúdica, paralelamente está perdiendo porque hace concesiones. Este es el tiempo de la información rápida y de buscar que la manipulación sea la menor posible.

¿Cuándo alguien obra mal desde la cultura?
-Pueden actuar mal los hombres de la cultura y quienes se forman con ella. Se obra mal cuando se hacen concesiones a ideas que no son pura comunicación de calidad. Si yo hago una obra que no comunica, no resuelvo un problema esencial. Ahora, la culpa no la tiene el artista. Yo no tengo la culpa de que en la televisión no se haya tenido, en los últimos 50 o 40 años, una programación estable, equilibrada, entre cultura popular de calidad, cultura popular comercial, también de calidad, y cultura erudita, universal y cubana. Por ejemplo, en los conservatorios no se enseña música cubana de calidad. Lo único que los pianistas tocan es Ignacio Cervantes, que es siglo XIX, y alguna que otra impresión de uno u otro amigo. A un público masivo la buena música no llega. La programación de la Orquesta Sinfónica, lamentablemente, incluye a Chaikovski, Rachmaninov, Mozart, Beethoven, Brahms, Mendelssohn, y otros. Si por casualidad hacen algo de Debussy (que hace más de 20 años que no se toca y es un clásico del siglo XIX) o Falla (siglo XIX al XX), imagínate cómo podrá ser el siglo XXI.

Yo te saco 30 de los 100 autores más geniales de este siglo, ninguno se conoce en Cuba. ¿Quién ha oído a John Adams, al argentino Ginastera o a Revueltas, de México? Puede haber uno o dos que sepan. ¿Cuánto hace que no se trae discografía para vender?, 40 años. ¿Hace cuánto no se traen cuerdas de violín?, 45 años, desde que Alejo Carpentier era presidente del Instituto del Libro. Todo el editorial que conforma las bibliotecas de los conservatorios (si es que todavía queda) lo trajo Alejo, más lo que existía antes de la Revolución en las casas de música. La información es uno de los grandes problemas o salvadores de las calidades de la obra. Obra mal quien no considera que la información de la cultura sea imprescindible para el desarrollo de una cultura específica. Esa es la respuesta más simple.

¿Hay que mantener el carácter trasgresor de la música?
-Yo no pongo mi música en Cuba, porque yo no hago música bonita. Hace más de 20 o 25 años había un consumo cotidiano de muchas cosas de todas las culturas. Unas veces llegaban de los países de Europa del Este, llegaban cosas importantísimas, que eran de gran tradición cultural. Nunca se nos trajo contenido de alta contemporaneidad, ni lo tenemos. Nuestros músicos más contemporáneos son absolutamente conservadores, y no estoy hablando de vanguardia porque eso no existe. La vanguardia fue hace 30 o 40 años. En los años 70 no había esa posibilidad de acercarse a ese quehacer maravilloso y hubo que ir a lugares comunes de nuestra cultura. Sí, hace falta siempre el reto. Hay que ser trasgresor y polémico en todo. En la cultura hay árboles gigantes, pero también debe haber arbustos. La montaña no existe sin el llano.

¿Cree que en Cuba se pueda apreciar algún día la música de Leo Brouwer, tal como ha pasado en el mundo?
-Hay muchas cosas maravillosas que se han hecho y son desconocidas. Hay problemas por la incultura, la falta de educación y la carencia de medios económicos. Yo preferiría que se olvidara el rol mío como creador y se empapara la gente de toda la gran cultura universal que hay. 

Fuente: http://www.cubacontemporanea.com/noticias/13095-leo-brouwer-nuestro-entorno-sonoro-es-una-repeticion-exhaustiva-de-la-banalidad

sábado, 12 de septiembre de 2015

Unidad y buen juicio

Por Rolando López del Amo

En su definición del concepto de revolución, Fidel incluyó la idea de cambiar todo lo que deba ser cambiado, claro está, para el perfeccionamiento de nuestro socialismo. Nuestro socialismo a mi modo de ver,  tiene tres componentes esenciales: independencia nacional, justicia social y solidaridad internacional.

A partir de la idea de Fidel mencionada anteriormente, Raúl, al hacerse cargo de la presidencia del país dejó bien claro que él no había sido electo para liquidar el socialismo. Las reformas que impulsa bajo la denominación de actualización de nuestro sistema persiguen el objetivo de una sociedad socialista próspera y sostenible. Y en ese camino no habrá concesiones de principios. Todo eso está dicho con claridad.

Como las teorías tienen que probar su validez en la práctica, a partir de nuestra propia experiencia vamos rectificando errores y buscando nuevas vías para lograr el objetivo anunciado.

El sueño de una sociedad comunista en la que cada ciudadano reciba de ella según sus necesidades tras el aporte de su trabajo y capacidades, requerirá de una sociedad humana muy distinta a la actual, lo que el Che llamó un hombre nuevo. Ya Engels había hablado de un ser humano con un desarrollo integral. Recordemos la frase de que en el futuro no habrá pintores, sino hombres que, entre otras cosas, pinten. Pero el hombre nuevo no es un producto de laboratorio, sino el resultado del contradictorio desarrollo de la sociedad humana. En su creación intervienen múltiples factores, desde los económicos, hasta los éticos. Existen modelos de tales hombres y  el Che, como antes Marx, Engels, Martí, o Ho Chi Minh y Nelson Mandela después, son algunos de ellos, por sólo citar a seis grandes ya fallecidos. Llegar hasta su altura es un camino aún largo para la humanidad toda.

En nuestro caso, contamos con millones de mujeres y hombres que tienen a los mencionados como paradigmas y han demostrado, en la práctica, su capacidad de actuar, trabajar y luchar por el bien ajeno hasta más allá del precepto bíblico de ama a tu prójimo como a ti mismo. Esa fuerza es la vanguardia probada de nuestro pueblo.

Con una vanguardia ejemplar y consecuente se puede mover a toda una nación.

La actualización de nuestra experiencia socialista es tarea ardua y compleja. El mundo en el que vivimos está estructurado bajo la dirección del capitalismo internacional en su fase superior. Es, al mismo tiempo, un mundo desigual, donde sobreviven formas de vida primitiva en estado tribal y Estados feudales. Lo predominante está basado en el afán de lograr riquezas materiales. Tanto tienes, tanto vales.

Los propietarios de las grandes fortunas pretenden regir el mundo de acuerdo con su conveniencia y se reúnen anualmente para intercambiar ideas de cómo hacerlo. Ellos aspiran a que no existan gobiernos que disientan de sus mandatos y operan con el látigo financiero en sus manos. Poderoso caballero es Don Dinero, como advirtió hace siglos el poeta español Francisco de Quevedo.

Cuba ha tenido que desarrollar su revolución bajo la brutal presión de la potencia más poderosa del mundo contemporáneo. Durante años neutralizamos los efectos genocidas del bloqueo gracias a la enorme ayuda del campo socialista encabezado por la URSS. Después vino lo que en la práctica fue un bloqueo adicional al existente.

Hemos sobrevivido, pero eso, con ser mucho y de una dimensión épica, no es suficiente. Se trata de cómo, sin renunciar a nuestros valores fundamentales, les damos base material. Y esa base hay que crearla dentro del mundo real que nos rodea e interactúa con nosotros.

A nadie escapa que esto requiere inteligencia y conocimientos, estudio y trabajo, crear condiciones para el mayor desarrollo de nuestras propias fuerzas productivas, combinando las distintas formas posibles y vinculándonos con el potencial extranjero sobre bases mutuamente beneficiosas. Y esto es, por decirlo de alguna forma, una revolución dentro de la revolución.

Para que esta nueva etapa nos resulte beneficiosa y no cercene o quiebre los logros materiales y espirituales de estas más de cinco décadas de poder popular, es fundamental el papel de la vanguardia política y del sistema institucional cubano.

Como llega el fin de la presencia física de la dirección histórica de la revolución, con la autoridad que nadie les discute, para que haya continuidad en el cambio generacional hay que tener un programa claro y fortalecer el vínculo cotidiano entre dirigentes y dirigidos. Esa ha sido la clave del éxito de nuestra resistencia victoriosa: la sólida unión entre dirigentes y dirigidos. Sí, en la unión ha estado nuestra fuerza.

El tiempo apremia. No es hora de ser aldeanos vanidosos, sino de seguir lidiando con el gigante de las botas de siete leguas con la inteligencia de Meñique y la onda de David al cinto.

martes, 8 de septiembre de 2015

Palabras a Mariana

Por Germán Piniella

Ayer, 7 de septiembre, a las 7 pm., murió Mariana Rivas. Durante casi cincuenta años, hasta el momento de su muerte, fue parte de mi vida desde que, siendo ella una joven de 18 años, coincidimos una tarde en el Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana. Aquello fue solo un encuentro fortuito al que no le di importancia, hasta que ella me lo recordó, mucho tiempo después. A partir de ahí, la amistad siguió su curso y, a través de mí, Mariana fue amiga de muchos de mis seres queridos –mi esposa, mis hijas, otros amigos cercanos, hasta de dos de mis nietos. No fue famosa más allá de sus amistades, sus colegas de trabajo y el ambiente inicial de la Nueva Trova. Porque Mariana presenció las primeras canciones, las primeras actuaciones (y las segundas y las terceras…) y tuvo a trovadores como sus primeros amores. Casada con Vicente Feliú y luego con Noel Nicola, Mariana fue más tarde un archivo viviente a quien se podía acudir para recordar un texto o cuándo se había compuesto o estrenado aquella canción. Entre muchas otras cosas que hizo en su vida, dirigió en la emisora Radio Habana Cuba un programa con la trova como tema central y en él desplegó todo su conocimiento de la música y la biografía de los trovadores. Sin saber de ella, pero gracias a Mariana, muchos seguidores de la trova en Latinoamérica y otros países adonde llegaba la señal deben haber oído (por primera o por enésima vez) algunas de las canciones fundamentales.

Germán Piniella, Mariana Rivas, Joel Suárez, yo, German Pinelli, Johnny Wildford


Mariana era talentosa, inteligente y culta. Como no es habitual, eso no la hacía ser pedante, en parte quizás por su cercanía a los grandes y a su extraordinario sentido del humor que la hacía reírse de sí misma y de algunos almidonados personajes. No fue hermosa, en el sentido superficial de la palabra; tuvo defectos, como todos; tuvo virtudes, como casi todos, y soportó su enfermedad con una entereza y actitud de burla como no sé si yo podría hacer de estar en su lugar. Sobrevivió al mieloma múltiple más allá de los pronósticos médicos, y durante casi ocho años, a plena conciencia de la muerte, viviendo a plenitud, esperó (esperamos) el momento en que esa hija de puta vendría a llevársela. Y como para hacer patente su capacidad de hacer reír y su habitual irreverencia, cuando la contradecía alguien de su gente más cercana y que compartía su visión del humor, no importa de qué color, bromeaba: “No me jodas, que la que tiene cáncer soy yo”. O si alguno de nosotros le reprochaba su hábito de fumar y el incesante café decía: “El cáncer ya lo tengo; lo que no tengo es interés en morirme más sana”. Y en esto no había morbo ni cinismo ni autocompasión (solo lo decía ante unos pocos, los más cercanos, nunca ante extraños), sino una manera de retar a la muerte alguien que vivió la vida con toda intensidad. Y ese sentido del humor, que compartía con Noel Nicola, hizo que los dos me buscaran un día para introducirme a Les Luthiers en aquel primer disco inolvidable que disfrutábamos y citábamos una y otra vez, desde que lo oí con ellos en su mínimo cuarto-estudio-lugar-de-amor de la calle San Nicolás.

Noel y Mariana se separaron, pero quedó una amistad genuina, sin pose alguna, un cariño de hermanos verdaderos más allá de lazos sanguíneos, como el que sienten personas que han tenido estremecedoras experiencias conjuntas. Cuando después Mariana se casó de nuevo, esta vez con un personaje todo de luz y música, Eduardo Collazo, nuestro Tato, Noel era visita habitual al apartamento de Miramar, y allí nos reuníamos, comíamos, bebíamos, y cuando nació Pablo Collazo Rivas allí estaba Noel, quien fue para Pablo, hasta su muerte, uno de sus dos “tíos”. Yo era el otro. 

Mariana se ha ido, dejando una estela de recuerdos amargos y dulces, como es la vida, pero más de los segundos que de los primeros. Con los años, cuando sus amistades ya no estemos, quizás sea olvidada de nombre, como pasa muchas veces –ingratitud de la memoria–, pero estará en un recuerdo trovador junto a “Longina”, “Mercedes”, y otras musas del panteón musical cubano, por haber sido la inspiración de una de las más extraordinarias e inolvidables canciones de amor, “Es más, te perdono”, de Noel Nicola. Aquí se las dejo. Los que no la conocieron, traten de descifrar en cada verso cómo Noel retrató con ternura a Mariana. Los que la conocimos, la recordaremos mientras exista la canción, más allá de nosotros.


Es Más, Te Perdono
                                  Noel Nicola

Te perdono el montón de palabras
que has soplado en mi oído
desde que te conozco.

Te perdono tus fotos y tus gatos,
tus comidas afuera,
cervezas y cigarros, es más,

te perdono andar como tú andas,
tus zapatos de nube,
tus dientes y tu pelo.

Te perdono los cientos de razones,
los miles de problemas,
en fin, te perdono no amarme.

Lo que no te perdono
es haberme besado con tanta alevosía.
Tengo testigos: un perro, la madrugada, el frío,
y eso sí que no te lo perdono,
pues si te lo perdono seguro que lo olvido.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Ogros alcanzados

Por Rolando Mendez Perera

El pasado 20 de agosto, el periódico Granma publicó imágenes finalistas, relacionadas con una Selección fotográfica de las Maravillas naturales de Cuba.

La foto en cuestión: Río Ariguanabo, Pase del soldado, San Antonio de los Baños. Artemisa. Paisaje Natural Protegido, la que ha sido escogida por los especialistas del Cen­tro Nacional de Áreas Protegidas (CNAP) teniendo en cuenta el significado medioambiental.


Pero sucede que aquí aparece una imagen edulcorada, de nuestro río, si es que científicamente aún reúna esta condición. Indudable que el artista tuvo que trabajar durísimo para lograrla (Photoshop mediante).

Ante todo quiero aclarar, que el Pase del soldado, en el Ariguanabo no existe, sino el Paso del soldado y tampoco se corresponde con ese lugar del río. Es incierto que esta zona que refleja la foto haya sido declarada oficialmente área protegida, porque en la vida real, lugar más desprotegido y desamparado que este, no puede existir. Lo que tampoco saben los votantes que harán la selección, es que esto no existe desde hace mucho tiempo, así como lo pintan.

Nuestro río hoy es un lago o más bien un charco moribundo y contaminado, en ocasiones dolorosamente pestilente, que agoniza y que según he escuchado en lugares oficiales no tiene protección, ni presupuesto por parte de nadie, ni nacional, ni provincial, ni municipal, casi que es una desgracia para nuestro San Antonio de los Baños contar con este regalo que nos dio la naturaleza. Ay, como dijera un hermano, ¡sortilegio para mi río!

Comienzo por señalar a los que vivimos aquí, que hemos sido cómplices de este depredar constante, bien seamos activos o pasivos, los que hemos sido capaces de admitirle a nuestros dirigentes locales que no se aplicaran sugerencias concretas, iniciativas específicas y se escucharan seriamente a los que ahí están desde hace muchísimos años, indiscutibles científicos, muy serios, probados, que se han cansado de explicar y requeté explicar las consecuencias funestas de este proceder.

Para colmo y ponerle la tapa al pomo, hace poco tiempo se celebró aquí en nuestra nueva provincia el Acto Nacional el Día del Medio Ambiente, por los “logros alcanzados” y yo me pregunto, ¿mi río Ariguanabo no está ubicado geográficamente en esta nueva Artemisa?, ¿no serán en vez de logros, ogros, los alcanzados?

Cuánto se hubiera agradecido la autorización de la Fundación Ariguanabo, cuánto en este momento hubiera ayudado en todos los sentidos a arrinconar este desastre, pero algún o algunos “inteligentes” no lo permitieron y lo peor no dieron ni la cara a la desaprobación.

Por tanto solicito como ariguanabense más que convencido, persona que no le hubiera gustado nacer, ni vivir, en ningún otro lugar que no sea este espacio, reclamo por mi identidad y vergüenza, que esta foto sea eliminada de este concurso hasta tanto los que tienen que ver, principalmente los delimitadores de las primaveras, no tengan el decoro de tratar de salvar nuestro río que forma parte de nuestras vidas y que además nos dan el gentilicio y todavía el orgullo de ser ariguanabenses.

¡Ojalá ese de la foto fuera mi río, cada día más doliente y abandonado! 

OJALÁ.

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Amigos segund@citeros: Rolando Méndez recibió una respuesta por parte del autor de la foto del Ariguanabo. El fotógrafo, que se llama Alejandro Ávila, le dijo a Rolando que Granma lo había contactado. Rolando me pide que reproduzca el mensaje del compañero. Supongo que aquí es donde mejor queda. Al parecer, originalmente, el trabajo que presentó el fotógrafo estaba compuesto de dos fotografías y era para un concurso de San Antonio, el Eduardo Abela, nombre un insigne pintor ariguanabense. De alguna forma (no se aclara) una sola de estas dos fotos llegó al diario Granma y también concursó en el certamen del periódico. Uno de los propósitos del fotógrafo, según explica el mismo, era denunciar el deterioro actual del río.
srd

Comprometido con el Ariguanabo    

Fotógrafo Alejandro Avila García, Güira de Melena, 10 de septiembre del 2015  

Un buen  día, en Enero del 2015, una amiga de visita acá en Cuba me hace el encargo de tomarle fotos al Río Ariguanabo con el propósito de  llevarse algunas donde pudiese  apreciar la belleza de este Símbolo de San Antonio de los Baños. Enfrascado en la tarea me decidí a visitar la zona de la Quintica,  muy cercana al poblado, para allí  esperar el atardecer, con el propósito de lograr a mi juicio una o varias fotos que trasmitieran, sentimientos, causaran emociones y que  revivieran recuerdos  para los que algún día habían visitado este paisaje ariguanabense. En mi trabajo pretendo que las imágenes muestren más allá que la simpleza o las características de un lugar, su vegetación, estado actual, etc. Pues precisamente de estas imágenes  están llenas las computadoras y muchos sitios de internet. 

Una vez terminado y entregado el trabajo, la cliente muy agradecida y conmovida por la belleza de la fotografía me comentaba con mucha nostalgia  que la imagen le recordaba cuando en su adolescencia y juventud ella visitaba las áreas del Río Ariguanabo. De igual manera  por mi parte yo le comentaba  que en mi niñez había estado varias veces  en la zona de la  Quintica para pescar  junto a mi padre que me llevaba algún que otro fin de semana y luego en mi etapa de adolescente  nos reuníamos un grupo de amigos para viajar en bicicleta aproximadamente 11km   desde Güira de Melena a San Antonio con el propósito de bañarnos en el río. Notorio y perceptible es el cambio del río  conocido de antaño pues la disminución del nivel del agua, el aumento  exuberante en sus aguas de plantas acuáticas que limitan la navegación y más preocupante aun es en la zona más cercana al pueblo, donde el río  penetra  y atraviesa las calles del pueblo se hace evidente el vertimiento de aguas albañales y desagües de las calles. 

Después de hacer un poco de historia para desenredar la madeja y entender el asunto que se ha generado, comento que  poco después utilizo esta imagen  junto a otra para presentarlas en un Evento de Fotografía:    el 6to Salón de Paisaje, Reflejos de mi Ciudad que se realiza cada año en  el Centro Provincial de Artes Visuales Eduardo Abela en San Antonio de los Baños. En  esta ocasión titulo la obra ¿Evolución? pues la unión de dos imágenes, aunque de lugares diferentes, bien distantes,  me funcionaba muy bien para  defender una idea y expresar  lo que sentía después de  visitar en este 2015 las márgenes del Río Ariguanabo. Al expresar una idea valiéndome  de la fotografía como medio de expresión para emitir mis propios criterios, mi propio estado de opinión y  por sobre todas las cosas llamar la atención para generar algún tipo de reflexión sobre el cuidado, manejo y protección del medio  ambiente. En mi modesta opinión creo que  bien valió la pena la utilización de estas imágenes, pues, en su momento generó debates y para gran suerte el fallo del jurado de este Salón de Fotografía fue a mi favor, otorgándome el Primer Premio a la obra ¿Evolución? antes mencionada.

El trabajo como era originalmente, según su autor


Para los que  conocen el Río Ariguanabo y lo han navegado en bote  no me dejarán mentir cuando afirmo que muchas zonas de su geografía son bellos paisajes naturales. Por lo que con el propósito de resaltar uno de estos países  en más de 10 km de río (lejos de los tramos donde el río cruza el pueblo), pretendo  centrar la atención en una zona específica (aclarando que la foto la capturo a través de mi cámara tomando la imagen desde la zona de La Quintica en dirección río arriba para mostrar un tramo del río aproximadamente hasta el lugar conocido  como  El Paso del Soldado). Luego de haber sido publicada la foto del Río Ariguanabo, Paso del Soldado, San Antonio de los Baños, Artemisa, del Fotógrafo Alejandro Avila García en el Diario Granma por motivo  de haber sido seleccionada entre las Finalistas de la Selección Fotográfica de las Maravillas Naturales de Cuba, muchos han sido los criterios y  opiniones de los internautas y blogueros que han dejado amablemente sus puntos de vista e inquietudes unos a favor de la idea  del bello  paisaje ariguanabense  en tanto otros dolidos (con toda razón ) por el deterioro de su áreas se han sentido  ofendidos por resaltar un paraje de la geografía ariguanabense.

A pesar de que han surgido comentarios en desacuerdo con la idea de mostrar lo bello del Ariguanabo a través de una foto tomada al atardecer en Enero del 2015, de una zona que  según mi opinión emite tranquilidad, transmite sentimiento, y genera deseos de contemplar. Ya que  hoy cada vez es más evidente el derrame de aguas albañales, desechos,  etc.,  en las márgenes del río  por parte de indolentes  del pueblo y de los que  deben velar por ello. Muy importante es esta oportunidad,  como un rayo de luz que se abre  dentro de la tormenta,   para  llamar al cuidado  de este paraje ariguanabense, sugiriendo su protección y accionar para proteger este  lugar tan natural,   que trata de sobrevivir a la acción del hombre. En fin, la angustia generada por  exponer la diferencia de cómo estaba el río  en un momento de su vida y de cómo está hoy  o  estará en el futuro, se convierta en un batallar  por lograr mantener saludable el ecosistema del Ariguanabo.

Precisamente con el derecho de defender  un símbolo de nuestra provincia y proponerlo como una Maravilla Natural que aclama su atención  y reclama por un rescate, un manejo por  decisores a diferentes niveles, es que propongo esta imagen del Río Ariguanabo. Una vez más invito a los lectores , internautas y blogueros aprovechando esta  buena  ocasión para mostrar y demostrar que podemos y que tenemos que salvar este paisaje , pues aún estamos a tiempo  de frenar  un desordenado uso irracional de la madre naturaleza y de los sitios naturales que nos rodean y por sobre todo,  de las cosas que nos identifican, pues San Antonio de los Baños  es conocido por muchas características económicas, políticas,  sociales y culturales, pero una de ellas es por su Río Ariguanabo.